EL INCA GARCILASO DE LA VEGA

La muerte del Inca aparece fechada, según en el sitio que se consulte, en el día 23 de abril o en el 24. Si fuera el día 23, la muerte del Inca, coincidiría (mismo día del mismo año) con la de los mundialmente conocidos escritores Miguel de Cervantes y William Shakespeare. Es por la muerte de estos tres escritores que el 23 de abril es el día mundial del libro.

De la vida privada del Inca bien poco se sabe, debido al celo con el cual el escritor guardaba los detalles. D. Raúl Porras Barrenechea cita en su libro “El Inca Garcilaso en Montilla” que en muchos de los numerosos bautizos de los que el Inca fue padrino en Montilla, figuraba como madrina la señora María de Angulo, ¿coincidencia o romance? Es algo, sin duda que no será fácil de aclarar.

Marías Angulo hubo dos o tres en Montilla, una de ellas tía y madrina de doña Luisa Ponce de León y otras sobrinas de dicha señora. Podía ser “uno de esos proyectos dictatoriales de las tías rechazado in pectore por el sobrino (el Inca), o una simple coincidencia”, tal y como narra el propio Barrenechea. Lo cierto es que ambos murieron solteros, él como escritor en Córdoba en 1616, y ella como doncella en Montilla en 1618…

Los peruanos en general, como debe ser, tienen en muy alta estima al mestizo como escritor e historiador; sin embargo, hay un sentimiento también más o menos extendido entre los más americanistas,  de “traición” relativo al Inca, pues le guardan rencor por haberse cambiado el nombre e ido a España y no volver al Perú, si bien es cierto que el Inca defendió a su pueblo en “Los Comentarios Reales”.

A pesar de lo anecdótico de lo comentado en el punto anterior, la alta estima general que los peruanos tienen al Inca ha hecho incluso que, con su nombre, se haya abierto un estadio de fútbol y también se haya fundado el equipo que juega en dicho estadio. También da el Inca su nombre a uno de las más importantes institutos de Cuzco.

Con motivo del IV centenario de la muerte del Inca, se están celebrando diversos eventos y rutas relacionadas con el Inca, entre ellos, está tomando importancia el escritor mestizo en la ruta BBVA 2016.

La Casa del Inca en Córdoba es actualmente un restaurante, y la de Cuzco, un museo.

En Montilla conservamos una de las mayores colecciones de documentos sobre el Inca en el mundo, estando la mayoría de ellos en “La Casa de las Aguas”.

Así mismo, se tienen en Montilla primeras ediciones de la traducción de los “Diálogos de amor”, de “Los Comentarios Reales” y de “Historia General del Perú”, mientras que en Córdoba solo poseen una primera edición de “Los Comentarios Reales”.

Como ya se ha señalado anteriormente, poco se sabe de la vida privada del Inca, desconociéndose incluso hasta hace poco que Diego de Vargas (el personaje que nos hemos permitido novelar, pero que existió) fuese hijo natural del Inca. También se desconoce con exactitud si tuvo algún hermano (en los libros aparece que tiene una hermana llamada Leonor y cuatro hermanastras, Ana Ruiz y Luisa de Herrera por parte de su madre; y Beatriz de Sotomayor y Francisca de Mendoza por parte de su padre). En su obra D. Raúl Porras insinúa con ello: “[…] La revelación contenida en la escritura del 19 de Agosto de que el viejo Capitán Garcilaso repartió en vida en dos partes iguales la chácara de coca de Avisca entre su hijo Gómez Suárez de Figueroa y el inédito García Suárez de Figueroa, hace pensar que éste fuese hermano del Inca Garcilaso. Este sería otro de los muchos silencios del Inca sobre su dispersa y accidentada familia […]”

Aunque el Inca hace hincapié durante toda su vida en su precaria situación económica, se sabe que no fue para tanto como el la ponderaba: Al morir tenía a su servicio cinco criados y una esclava morisca; poseía censos de alguna consideración, habida cuenta del valor del dinero de la época, entre ellos dos que montaban a diez mil ducados sobre los bienes del Marqués de Priego, y en su testamento fundó un aniversario de misas, nombrando por patronos al Deán y Cabildo de la Catedral de Córdoba.

Por sus labores militares contra los musulmanes, el Inca Garcilaso de la Vega fue enterrado con las piernas cruzadas (como todo aquel que luchara contra ellos en aquella época).

Se sabe gracias a la obra de D. Raúl Porras Barrenechea que la primera compra significativa que efectuó el Inca con su propio dinero, en Montilla, fue la de un esclavo mulato de once años y origen morisco, el cual obtuvo Andrés de Priego por sesenta ducados un 30 de Agosto de 1568.

Según la página web www.cervantesvirtual.com, el Inca pudo conocer e incluso mantener conversaciones con el mundialmente famoso escritor Miguel de Cervantes, quien, según dicha página web, habría leído la traducción del Inca de los “Dialoghi d’amore”.

El talento como escritor del Inca Garcilaso parece ser que venía de herencia, pues se sabe que el mestizo fue descendiente del poeta Garcilaso de la Vega, así como de otros conocidísimos autores, como son Jorge Manrique y el Marqués de Santillana.

Al igual que con Miguel de Cervantes, ciertas fuentes aseguran que el Inca, con vida, mantuvo también relaciones con el poeta Luis de Góngora, con quien incluso llegó a estar emparentado.

Ha quien sostiene, entre ellos el ensayista biográfico José Toribio Polo, que la imagen física del Inca, que aparece en los retratos y ya nos resulta familiar, no correspondería al escritor mestizo, sino que se habría extraído de una representación pictórica del Arcángel San Miguel o San Gabriel que se encuentra en la Catedral de Cuzco.